La importancia de estudiar despacio

Todas las personas que en algún momento de nuestra vida hemos tocado un instrumento, nos hemos enfrentado ante la misma duda: ¿Cómo estudiarlo?

Hace poco, navegando por internet, me encontré con una página dedicada a la guitarra en la que afirmaban que la mejor forma de estudiar era la repetición automatizada. Esto me hizo pensar en la importancia que tiene un buen estudio en el instrumento, e incluso diría que en cualquier campo de estudio, o en cualquier carrera o especialidad. Que ¿qué pienso yo de estudiar aplicando una repetición constante y automática? Que sólo te lleva a la mecanización de las cosas como un puro “ejercicio”, y sinceramente, que es un poco pérdida de tiempo. Voy a desarrollarlo un poco más, para que podáis decirme en los comentarios qué opináis.

Puedes elegir un ejercicio técnico, una obra, un estudio, una canción, y repetirla repetirla repetirla repetirla hasta que salga. Ahí pueden pasar muchas cosas. Por ejemplo que la estés repitiendo con algún error o vicio adquirido, que estés pensando en otra cosa y por tanto sólo estás estudiando la mecánica, pero no mentalmente el conocimiento musical, por lo que nunca la llegarás a entender, o incluso podrás provocar alguna lesión en casos más excepcionales. A parte te llevará muchísimo tiempo llegar a una interpretación completa.

Cuanto más han pasado los años, a lo largo de mi carrera, me he dedicado a buscar formas de estudio que me hicieran aprovechar el tiempo, y que me hicieran entender lo que estaba estudiando. Siempre he evitado la repetición “porque sí”.  En los últimos años del conservatorio para mi era fundamental esto, ya que si no, era imposible tocar obras de cierto nivel en el tiempo establecido. Escuchando a los grandes guitarristas, asistiendo a clases, aplicándolo a diferentes estilos de música y a diferentes campos, me di cuenta que lo más importante es estudiar despacio y muy concentrada. Sí, simplemente eso. Da igual lo que quieras tocar, pero tócalo despacio. Muy lento, aprendiendo la mecánica de tus dedos (en el caso de la guitarra), entendiendo lo que estás tocando, buscando el fallo en caso de que algo no salga bien… Prestando atención a los pequeños detalles, posturas, posición corporal, actitud mental, etc. Estudiando lento, podrás tocar rápido después, cosas fáciles, difíciles y lo que quieras.

La prueba final de todo esto la hice cuando me gradué en el Conservatorio Superior de Música de Madrid y entre el programa escogido, estaba el concierto de Aranjuez. Adivinad cuál fue mi truco para poder tocar las escalas a esa velocidad que llevan… Efectivamente, estudiarlo despacio. Muy muy lento, prestando atención a todo. No hizo falta mucho más.

¿Qué opináis compañer@s?

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