Sí, para la vuelta al blog digo claramente que la inspiración no existe. Eso pienso. Que no existe. Al menos como se representa en el mundo artístico. ¿De verdad alguien se despierta repentinamente a las 4 de la mañana porque ha tenido un sueño en el que había un riff chulísimo de guitarra y se ha tenido que levantar corriendo a escribirlo y componer? No creo que eso sea exactamente así. No hablo sólo por mi experiencia, ya que yo a las 4 de la mañana no me despierto ni por un riff, ni por una bomba en mi habitación, ni aunque alguien tocara el bombardino en mi oído…

Algunas pensaréis: “yo a veces me pongo a escribir, siento que tengo un buen día y no puedo parar. Eso es porque estoy inspirada en ese momento”. Pues sigo pensando que no, que eso no es inspiración.

¿Estáis pensando que se me ha ido la olla? Tranquilos, que os voy a dar mi opinión y después, en los comentarios me decís por qué seguís pensando que se me ha ido la olla.

Pienso que el proceso creativo requiere mucha dedicación, esfuerzo y trabajo. Que de repente un día te salgan todas las cosas y que tengas unas horas de no parar de crear, no es fruto de la inspiración, sino del trabajo acumulado de días anteriores, del esfuerzo hasta ese momento. ¿Cuántos días antes has estado en la misma situación y sin poder escribir ni una sola nota? (Escribir notas se puede cambiar por escribir párrafos, pintar lienzos, dibujar estructuras, diseñar un logo o etc). Entonces ¿los primeros días no tenías inspiración y justamente un día sólo sí? Es un poco raro. Para llegar a ese día de inspiración, has trabajado duro otras muchas horas previas. El trabajo y el esfuerzo, dan sus resultados. Se les puede llamar inspiración, pero en realidad es fruto de tu empeño.

He leído por ahí que Picasso dijo: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”. Pues eso, poco más que añadir. Quien trabaja, estará inspirado y quien no… Pues hará otras cosas.

¿Qué opináis?